MENSAJE DE EMILIA A LOS COMPAÑEROS DE LA CUERDA FLOJA

…Y sí, yo también “voy al candombe” ...desde que volví y en cada regreso estoy yendo al candombe, a este candombe, nuestro candombe… el que construimos todos/as cada sábado y domingo, en le previo, por las calles y en la plaza, …que es todo a la vez, es ir a bailar y transpirar con otros mientras encontramos la propia danza, es ir a tocar y aprender cada vez un poquito más de este cautivador y mágico ritmo creado y recreado en tierras americanas, es ir a descubrir cada vez cómo somos nosotros y cómo es eso de encontrarnos y charlarnos lo que nos sucede, lo que nos cuesta, lo que nos da alegría, lo que nos asombra y lo que podemos hacer para avanzar en mejores condiciones en este mundo que queremos sea de muchos….cómo es eso de encontrarle la vuelta a que el goce sea, vuelva a ser comunitario.
Esa foto del fuego en “el previo” entibiándonos los vínculos, iluminándonos cada individualidad para sentirnos y sabernos uno y la rueda a la vez, me devuelve confianza, me trae de nuevo junto a tus palabras, Pauli, sensación de útero, de contención y disfrute placentero,…tu charla, Mauri, espacio de libertad y entendimiento, replanteo y volver a andar…lo que nos pasa, compañeros de la cuerda, me da la dosis justa de la tensión para una dinámica q busca un nuevos equilibrios, porque en la cuerda floja solemos estar siempre y siento q es mejor así…siempre un desafíío, lo intrépido y el cuerpo y corazón alertas….eso sí…una cuerda floja siempre demanda el jugarse, por quienes custodian abajo o esperan del otro lado del cordel o aún su tiempo de empezar a caminar por arriba ….jijij..qué buena imagen.

Lo que siento no tiene orden hoy (y creo q nunca lo tiene en verdad…) pero sí aparece teñido de muchos colores y siempre el arco iris trajo sonrisa, antes o después de la tormenta ….sostener un milongón no es nada fácil…andar la llamada por esas calles hasta la plaza, tampoco es poco..recoger las caritas iluminadas de esos gurises q se acercan con ganas de compartir lo que un pan o la falta de un maetro q no tienen no les alimenta, tampoco lo es….esas doñas con ganas de bailar y tocar el tambor al lado de sus maridos o hijos…uffffffff…recordar juntos una canción entre quienes no reparan en la desafinada sino en la intención de hacerlo entre todos y entre todos mejorar un poco más cada sábado…traer hasta nosotros entre toque y toque a quienes no están pero nos acompañan desde cada rincón donde siguen recreando la vida…en fin reinventar nuestras existencias y caminos y sentidos de hacer y ser lo que hacemos y somos…quizá todo eso es “nuestro candombe”…los abrazo graaaande…abrazopiano, volando como chico y jugando como repique
Emilia.