lunes, 25 de agosto de 2008
CUANDO SUENAN LOS TAMBORES...
Ritmo ancestral que sale de la madera y el cuero, ante el cual los árboles pareciera que bailaran, será posible? no se... pero sí bailan las bailarinas, como posesionadas, enraizadas a la tierra al ritmo del piano y otras veces flotando en el aire al son del chico.
Duelen las manos y hasta sangran, se acalambran los brazos, ah... pero que sonido mágico. Ritual de los antepasados en armonía con la naturaleza.
La música de los tambores va contando historias. Historias de trabajo, de sudor, de cadenas, de añoranzas.
Es un momento de libertad entre tanta esclavitud, pues no se escucha otra cosa, nada lo calla, y el yugo del látigo se desvanece.
Paula.
sábado, 23 de agosto de 2008
MASACRE DE TRELEW
El objetivo trazado - Ia fuga masiva de 110 combatientes - no pudo concretarse con total éxito, razón por la cual un contingente integrado por 19 de ellos que no logró arribar a tiempo al aeropuerto, decidió rendirse el 16 de agosto ante un juez, autoridades militares y la prensa, no sin antes exigir que se le garantizara su seguridad. El capitán de corbeta Luis Emilio Sosa comprometió su palabra en este sentido, escena que fue presenciada y corroborada por el coronel retirado Luis César Perlinger, cuyo testimonio en el que destacaba la humanidad y capacidad militar de los insurgentes, fue sancionado con un arresto.
Violando sus promesas, los marinos sometieron a los prisioneros a un régimen de terror. En la noche del lunes 21 se les impartió una orden insólita: salir de sus celdas con la vista fija en el piso y detenerse ante la puerta en dos hileras de a uno en fondo. Fue entonces cuando los uniformados comenzaron a disparar sus ametralladoras. Recién al amanecer comenzó a pergeñarse Ia mentirosa versión oficial de los sucesos, según la cual el montonero Mariano Pujadas habría intentado arrebatarle la pistola a Sosa, fábula que sirvió para explicar la brutalidad de la masacre. María Antonia Berger, Albeit Camps y Ricardo Haidar, aunque malheridos, salvaron sus vidas por un descuido de sus verdugos, Ia dictadura lanussista los mantuvo incomunicados y sólo permitió que Ia televisión mostrara sus imágenes sin sonido, al tiempo que instauraba una férrea consura de prensa.
A tal punto Ilegó su ensañamiento que el tristemente céIebre comisario Alberto Villar -luego jefe de policía de Perón y uno de los mentores de Ia Triple A- irrumpió con tanquetas en Ia sede del Partido Justicialista donde se velaban los cadáveres de tres de los guerrilleros asesinados.
Pero allí no terminó todo. La sede de Ia Asociación Gremial de Abogados fue dinamitada, se exterminó a las familias de Clarisa Lea Place, Roberto Santucho y Mariano Pujadas, Ia mayor parte de los hermanos y hermanas de los fusilados están hoy desaparecidos y el letrado Mario Amaya, que escoltó con su auto al micro de Ia armada que el 16 trasladó a los detenidos hasta Ia base naval, fue asesinado durante Ia útima dictadura. La masacre de Trelew fue, sin duda, el hito inicial del luctuoso camino que conduciría al mayor genocidio de Ia historia argentina.
Fuente: http://www.los70.org.ar/
En el Marco de la conmemoración de la Masacre de Trelew, el 22 de agosto de 2007, trecientos ex presos políticos de la última dictadura militar junto a sus familiares, visitaron el Penal de Rawson y el viejo Aeropuerto de Trelew...
El encuentro de los compañeros...
En el acto en Memoria de la Masacre de Trelew. Espacio por la Memoria (viejo aeropuerto)
La delegación de compañeros de Chaco, Parana, Santa Fé y Rosario, al regreso, un ratito en el mar de Madryn...
..."Volver a Rawson fue como estar dentro de una foto vieja. Las montañas se veían como en el recuerdo de mi infancia, azules, lejanas, en el horizonte de la cárcel. Para una niña nacida en la llanura y el monte Chaqueño, esas montañas en medio del desierto resultaban abrumadoras y ayudaban a entretener las largas horas de espera para entrar a verte"...
Paula.
miércoles, 13 de agosto de 2008
sábado, 9 de agosto de 2008
POEMA A LA CLASE MEDIA
medio rica
medio culta
entre lo que cree ser y lo que es
media una distancia medio grande
Desde el medio
mira medio mal
a los negritos
a los ricos
a los sabios
a los locos
a los pobres
Si escucha a un Hitler
medio le gusta
y si habla un Che
medio también
En el medio de la nada
medio duda
como todo le atrae
(a medias)
analiza hasta la mitad
todos los hechos
y (medio confundida)
sale a la calle con media cacerola
entonces medio llega a importar
a los que mandan
(medio en las sombras)
a veces, sólo a veces,
se da cuenta
(medio tarde)
de que la usaron de peón
en un ajedrez que no comprende
y que nunca la convierte en Reina
Así, medio rabiosa
se lamenta
(a medias)
de ser el medio del que comen otros
a quienes no alcanza
a entender
ni medio
Mario Benedetti